El 11 de agosto, festividad de la Santa de Asís, concluye el Año Jubilar de Santa Clara que comenzaba el 16 de abril de 2011.
La Santa Sede ha otorgado este Jubileo para conmemorar el 8º centenario de la fundación de las Clarisas. La noche del Lunes Santo de 1212 la joven Clara, perteneciente a una de las familias más nobles de Asís, se fugó de casa y marchó a Santa María de la Porciúncula, donde la esperaban san Francisco y sus primeros compañeros para consagrarla al Señor. Impresionada por la predicación y la vida de San francisco, ha decidido renunciar al mundo "por amor hacia el santísimo y amadísimo Niño envuelto en pañales y recostado sobre el pesebre". Cambia sus lujosas ropas por el sayal franciscano, y el propio Francisco corta le corta el pelo, ingresando así en la orden de los Frailes Menores. Pronto se le añadirían sus hermanas y otras jóvenes, que empiezan a dar cuerpo a la Orden Segunda Franciscana.
El Jubileo está concedido a todas las iglesias conventuales de la Orden de Santa Clara, y consiste en la concesión de la Indulgencia Plenaria que puede ganarse cada día de este Año visitando el templo y participando en cualquier celebración jubilar o ejercicio piadoso, o dedicando al menos un cierto tiempo a meditaciones piadosas que concluirán con el rezo del Padrenuestro, la recitación del Credo, la invocación a la Virgen María, San Francisco y Santa Clara, además de las condiciones acostumbradas (confesión y comunión dentro de los siete días anteriores o posteriores y oración por el Papa). También están indulgenciadas las peregrinaciones en grupo que observen estos requisitos, así como la participación en la fiesta de Santa Clara del 11 de agosto.
La Orden Clarisa, en sus diversas ramas, es una de las más importantes de la vida contemplativa, con más de 800 monasterios y de 15.000 hermanas en todo el mundo. En nuestra Diócesis tienen conventos en Benavente, Villalpando, Villalobos, Toro y tres en Zamora: El Convento de Santa Clara, el del Corpus Christi (el Tránsito) y el de Santa Marina.
