jueves, 31 de diciembre de 2009

La Delegación


La Religiosidad Popular es la forma de expresión tradicional de la fe de un pueblo. "Se refiere a una experiencia universal: que en el corazón de toda persona, como en la cultura de todo pueblo y en sus manifestaciones colectivas, está presente siempre la dimensión religiosa" (DPPL, nº 10).

Santuarios, peregrinaciones, romerías, procesiones, cofradías y hermandades, belenes, devociones... Un vasto y complejo mundo, no exento de problemas y siempre necesitado de purificación. Pero capaz de manifestar cuánto se ha hecho carne de nuestra cultura la fe en el Señor Resucitado; capaz siempre, a pesar de todo, de acercar a Dios y de asegurar la presencia pública de la Iglesia.

"Cuando está bien orientada, sobre todo mediante una pedagogía de evangelización, contiene muchos valores. Refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer. Hace capaz de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe. Comporta un hondo sentido de los atributos profundos de Dios: la paternidad, la providencia, la presencia amorosa y constante. Engendra actitudes interiores que raramente pueden observarse en el mismo grado en quienes no poseen esa religiosidad: paciencia, sentido de la cruz en la vida cotidiana, desapego, aceptación de los demás, devoción" (EN 48).

En la Diócesis de Zamora se constituye, en enero de 2005, la Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular, presidida por D. Juan Luis Martín Barrios como Delegado, y contando con un equipo de colaboradores que se encargarían de los diferentes sectores: cofradías y estatutos, santuarios, peregrinaciones, romerías... Paulatinamente se van incorporando nuevas líneas de acción: la organización de las peregrinaciones a Lourdes, el Camino de Santiago, la celebración de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe...

Desde septiembre de 2009 el Delegado es D. Javier Fresno Campos.