jueves, 31 de diciembre de 2009

La Credencial

Durante siglos la CREDENCIAL fue una simple carta, expedida al peregrino por su párroco (que es quien tenía más cerca), atestiguando su identidad y el objeto de su viaje . En un mundo sin fotografía ni DNI y con muchas migraciones, con gran cantidad de merodeadores vagando de un lugar a otro y no todos con buena intención, la Credencial acreditaba al portador como una persona honrada, nada menos que alguien que iba a Santiago. Y por tanto reclamaba para él ayuda y protección. Los sucesivos sellos que la completaban demostraban que seguía camino a Compostela, y que en esos sitios había sido acogido.


En los años 60 y 70 del siglo pasado aparecen las credenciales impresas con el objetivo de acreditar, no ya la identidad, sino la condición de peregrino. Y así es más o menos hoy. Porque es verdad que ahora resulta mucho más frecuente ver peregrinos –sobre todo por determinados caminos-, y muchos albergues ni siquiera te la pedirán. Aunque nunca se sabe. Al fin y al cabo es tu “carnet de identidad de peregrino”.

Modelos de Credenciales hay muchos, muchas organizaciones lanzan las suyas propias, incluso hay empresas que las usan como reclamo publicitario. Pero el Cabildo de Santiago sólo reconoce las suyas, las oficiales. Eso te importa si quieres obtener la COMPOSTELA, el documento que acredita que has peregrinado por motivo religioso.

La credencial es un documento religioso, no deportivo. Se expide “sólo para los peregrinos a pie, bicicleta o caballo, que desean hacer la peregrinación con sentido cristiano, aunque sólo sea en actitud de búsqueda”. Por eso “sólo puede expedirla la Iglesia, a través de sus instituciones propias o autorizadas”, preferentemente la propia parroquia a la que perteneces. Acude con tiempo a tu párroco y pídele que te consiga la credencial.

En Zamora, además de en tu propia parroquia, puedes obtener la Credencial en el Seminario-Casa de la Iglesia (Plaza del Seminario). También en la iglesia de San Cipriano (sobre todo para peregrinos que vienen de fuera), y en el Obispado (especialmente para grupos).