En los años 60 y 70 del siglo pasado aparecen las credenciales impresas con el objetivo de acreditar, no ya la identidad, sino la condición de peregrino. Y así es más o menos hoy. Porque es verdad que ahora resulta mucho más frecuente ver peregrinos –sobre todo por determinados caminos-, y muchos albergues ni siquiera te la pedirán. Aunque nunca se sabe. Al fin y al cabo es tu “carnet de identidad de peregrino”.

La credencial es un documento religioso, no deportivo. Se expide “sólo para los peregrinos a pie, bicicleta o caballo, que desean hacer la peregrinación con sentido cristiano, aunque sólo sea en actitud de búsqueda”. Por eso “sólo puede expedirla la Iglesia, a través de sus instituciones propias o autorizadas”, preferentemente la propia parroquia a la que perteneces. Acude con tiempo a tu párroco y pídele que te consiga la credencial.
En Zamora, además de en tu propia parroquia, puedes obtener la Credencial en el Seminario-Casa de la Iglesia (Plaza del Seminario). También en la iglesia de San Cipriano (sobre todo para peregrinos que vienen de fuera), y en el Obispado (especialmente para grupos).