Han sido 87 los jóvenes de cuerpo y de espíritu que participaron en esta I edición de la Peregrinación Nocturna a San Pedro de la Nave. Un éxito en la convocatoria.
Con puntualidad salimos de Santiago del Burgo, encaminándonos hacia Valorio y la ermita de Valderrey. Tras un momento de oración y reponer fuerzas seguimos a la Hinesta, donde nos esperaba el espléndido templo abierto e iluminado. Café con galletas y nueva etapa hasta Valdeperdices, la más larga, bajo un cielo despejado y una luna casi llena que hizo el trayecto muy fácil.
Parada y oración en el templo de Valdeperdices, sopas de ajo y el bocadillo que llevaba cada uno. Sobró de todo. Dos kilómetros más allá nueva parada en Almendra, para encarar el último tramo hasta San Pedro de la Nave, donde llegamos hacia las siete de la mañana. Eucaristía, desayuno y autobús de vuelta a casa.
Una noche fantástica, a pesar de que el cansancio hizo su mella. Todos con ganas de repetir el año próximo.
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