Este sábado 6 de noviembre, el Papa Benedicto XVI acudía como peregrino a Santiago. “En este Año Santo Compostelano, como Sucesor de Pedro, he querido yo también peregrinar a la Casa del Señor Santiago”, decía en su alocución en la Catedral. Por ello, trasladábamos a la capital jacobea la habitual reunión de otoño de delegados diocesanos del Camino, que tiene lugar ordinariamente en León.
El viernes día 5 hubo una sesión de trabajo en el Colegio de la Salle, en que se avanzó sustancialmente en la programación de la ACC, la Acogida Cristiana en el Camino.
El sábado, mientras algunas hermanas asistían a la recepción en la Catedral, los demás delegados teníamos un tiempo de convivencia distendida, y por la tarde participábamos en la celebración de la Eucaristía con su Santidad, en la Plaza del Obradoiro. Luego, coger el coche y una vuelta apresurada para cumplir las tareas dominicales de cada uno.
Un viaje breve pero intenso, del que destacar las referencias peregrinas que ha querido dar el Papa a su visita. “Peregrinar no es simplemente visitar un lugar cualquiera para admirar sus tesoros de naturaleza, arte o historia. Peregrinar significa, más bien, salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios allí donde Él se ha manifestado, allí donde la gracia divina se ha mostrado con particular esplendor y ha producido abundantes frutos de conversión y santidad entre los creyentes. Los cristianos peregrinaron, ante todo, a los lugares vinculados a la pasión, muerte y resurrección del Señor, a Tierra Santa. Luego a Roma, ciudad del martirio de Pedro y Pablo, y también a Compostela, que, unida a la memoria de Santiago, ha recibido peregrinos de todo el mundo, deseosos de fortalecer su espíritu con el testimonio de fe y amor del Apóstol”.
Más fotos de esta reunión
0 comentarios:
Publicar un comentario